lunes, 31 de diciembre de 2018

Qué es el espíritu.

Es el conjunto de las emociones, sentimientos y pasiones.  El Yoga busca liberar las energias y elegir las que queremos en nosotros y nosotras.
En el cuello se encuentra la energia reprimida, lo emocional. Alli se encuentra el chakra Vishuda, el arco iris. Para la zona de la garganta la Piedra fluorita.
En la zona del pecho se encuentran los sentimientos, esa energia perdura, es muy dificil de sacar. Hay que fomentar el amor y los buenos sentimientos mediante el PREM, el amor  incondicional. El amor de la mente es lo opuesto, generando contracturas, asma, sentimientos reprimidos. En el pecho se visualiza el color ROSA, el color universal.
En el estómago se alojan las pasiones, representadas con el color ROJO. Lo ideal es tener pasiones positivas, por ejemplo, un amor pasional es negativo y se busca controlar esa pasión. 
Para sanar hay que aprender a repirar. Realizando una respiracion baja se relaja el cuerpo y se relaja la mente.
Las EMOCIONES, los SENTIMIENTOS y las PASIONES NO SE PUEDEN EXPLICAR CON LA MENTE. ESO ES EL ESPÍRITU.

El Espíritu
Definiremos al Espíritu como el mundo Noológico o Noústico (Afectivo), que al igual que los estructuralistas (Titchener) aceptamos que está constituido por las emociones y sentimientos (pasiones). Se introduce el término 'Nous' que significa espíritu o soplo, con el fin de asimilar el mismo a un proceso energético, que se diferencie del concepto de afecto que sería por su definición "el cambio de los estados del alma", lo cual lleva a una aporía semántica que impide la comprensión del proceso descripto, al no poder aceptar científicamente que el alma existe, sino por el contrario, estimar que es sólo el producto de una fantasía psíquica. El concepto 'Energía', al igual que antes lo ha hecho Freud, suplanta la palabra 'Fuerza', que contiene una connotación más mecanicista. Esto nos lleva a plantearnos seriamente que debemos introducir el término 'Mente', como ya lo ha hecho la Psicología Cognitiva para suplantar el vocablo 'psiquis' que ha sido poco eficiente semánticamente para los fines científicos, y que ha llevado al desarrollo de la Psicología Teocéntrica. Aquí debemos ser sumamente cuidadosos y no confundir el espíritu con el alma, pues el alma, si la concebimos como algo inmutable e inmortal con posibilidad de existencias anteriores o posteriores, con independencia de la mente y del cuerpo, que sería en definitiva la esencia misma del ser humano, es algo totalmente indemostrable y poco creíble, a la luz de que todo el universo se transforma constantemente y que las unidades existenciales aparentes o entes, desaparecen para conformar otros entes, perdiendo su identidad (Esta visión la expuso Siddharta Gautama el Buda). Esto hace imposible que el alma sea de alguna forma la esencia de una identidad. Lo único que existe en el universo es la energía, transformándose en diferentes formas. Para la Psicología Holística, esta noción de alma es el producto del narcisismo humano que basado en la necesidad del yo de perpetuarse en el espacio y el tiempo, intenta su inmortalidad y mantención de la plenitud de fuerzas vitales (complejo de la fuente de juventud), que quiere de alguna forma mantener los placeres logrados con anterioridad a su alcance potencial, mediante el no cambio de los referentes que nos hacían de alguna forma controlar las situaciones de nuestro entorno (impulso de poder en Psicología Holística o "pulsión de apoderamiento o de dominio en Psicoanálisis"). Este impulso se entrelaza ('Fusion of Instinct' en Psicoanálisis) con el anhelo de éxito o de gloria que genera una especie de amplificación de la motivación de aprobación, que es producida por el reconocimiento de los demás (complejo de Aquiles), natural en cada ser humano. Esta motivación se basa en la necesidad del yo de sentirse aceptado y seguro, constituyendo su primer defensa social, que en Psicología Holística llamaremos 'escudo'. El Yo sabe perfectamente que la gloria y en ocasiones el producto o logros del éxito, se basan en la admiración que es la potenciación de la aprobación de un grupo hacia un individuo, lo cual se remonta a la misma infancia, cuando el niño aprende que la aprobación paterna significa libertad de acción y elogio a su conducta, lo cual otorga seguridad y control del entorno cercano. La fantasía de la inmortalidad lleva al ser humano a la construcción de creencias que por medio de ritos despierten los arquetipos inconscientes (Jung). Esta confusión sobre los términos 'espíritu' y 'alma' han generado diversos malos entendidos en el campo de la ciencia, pues se confunde lo espiritual con lo religioso, lo cual es un grave error, dado que el arte es una disciplina espiritual que ciertamente no es religión. No necesariamente lo espiritual es religioso, como así tampoco lo religioso siempre es espiritual. Es de público conocimiento que el interés de ciertos dirigentes religiosos no es el desarrollo espiritual de los demás, sino las recaudaciones económicas, o bien el poder que logran por intermedio de las reglas que construyen a tales fines. No obstante nos debemos alejar de las tesis de Müller-Eckhard que confunde lo religioso con lo espiritual y la religión con la psicoterapia, pues en la religión se intenta salvar almas, mientras que en la psicoterapia se intenta curarlas, afirmaba Viktor Frankl. Esta diferencia es más sustancial cuando afirmamos que en Psicología Holística no se intenta curar el alma que como indemostrable es inexistente, sino que por el contrario, se intenta integrar a la persona. Binswanger, con su análisis existencial, nos invita a científicamente estudiar la esencia del ser humano, pero es Viktor Frankl quien introduce en la constitución de la persona, una nueva instancia, más allá de lo mental y corporal, o sea lo espiritual (psiquis, soma y nous). Frankl no concibe el espíritu como una superestructura o estructura esencial por encima o separada de lo psicosomático, sino que por el contrario, lo acepta como una manifestación integrada a la totalidad de la existencia humana. Frankl establece la tridimensionalidad del ser humano en su existencia o vida, lo cual nos lleva a integrar los conceptos de psicología profunda, no sólo a los propios de la psicología humanística o existencial, sino a la propuesta de Frankl con su 'Logoterapia' para establecer qué es el espíritu en Freud. Sigmund Freud había establecido que la pulsión ('Drive'-'Trieb') se encuentra entre lo somático y lo psíquico; en el límite, más precisamente. Este límite no es una línea divisoria sin estructura, sino otra dimensión propia o nóustica que es el espíritu. Podemos entonces comprender que existe una clara diferencia entre la Mente y el Espíritu. La Mente es el conjunto de procesos mentales; es decir, Percepciones, Sensaciones, Ideas, Imágenes, Recuerdos, Ilusiones, Fantasías, Pensamientos, Reflexiones, Visualizaciones, Voluntad, etc. (por otra parte, la mente es la actividad del cerebro y el sistema nervioso), mientras que el espíritu es la consecuencia de los impulsos y motivaciones, que generan emociones y sentimientos. Para la Psicología Holística, la pulsión es el resultado espiritual de una motivación física y un instinto de especie. Lejos de contradecir a Freud, Adler, Jung, Frankl, Binswanger y Titchner, o a los demás psicólogos, nuestra visión complementa sus estudios, los integra, los actualiza y los ordena. Un ejemplo de la importancia de esta visión inaugurada con Frankl, es su tesis de la existencia de neurosis noógenas, que no son el producto de un conflicto entre impulsos e instintos, sino que son más causadas por la frustración existencial del ser humano que no tiene un sentido en la vida, término que Frankl utiliza inspirándose en la obra de Adler. La emoción (del latín 'agitare') es un estado interior espontáneo e incontrolable que posee sentimientos subjetivos acompañados por una reacción fisiológica. (En psicología estructural, ésta puede ser agradable o desagradable, o bien generar excitación o calma, tensión o relajación). La 'Emoción' es en sí la causa de los gestos, expresiones y conductas inmediatas. La emoción, desde la psicosomatología, psico-fisiología o psicología del comportamiento, es concebida como una fuerza que motiva el comportamiento individual y que tiene sus causas internas y externas, directas e indirectas que se mantienen aún después del estímulo que las produjo. Un conjunto de emociones genera un sentimiento. La emoción como componente espiritual es dual, por ejemplo cuando nos interesa una persona y nos magnetiza hacia ella, esa emoción puede transformarse en amor y el amor cuando no es correspondido se transforma en odio. Sin embargo, en el amor y el odio, el individuo sigue magnetizado por el objeto al cual se dirige el sentimiento. La Alegría y Tristeza y la Angustia y Plenitud, son estados espirituales que se traslucen en una somatización. Aquí debemos detenernos. Lo espiritual es estudiable desde lo gestual, desde lo somático; el cuerpo no puede engañarnos, mientras el habla sí.
El Psicosomatoanálisis es una herramienta indispensable de investigación. A tal punto lo emocional es cambiable por lo somático, como en los casos en los cuales la música y el movimiento logran en escasos minutos cambiar un estado de ánimo en forma inmediata.

Autor: Swami Maitreyananda (Yogacharya Fernando Estévez Griego) de su Libro de Psicología

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